1. Pared con trazos ancestrales en la Serranía La Lindosa, San José del Guaviare — Colombia. Foto Fernando Urbina

La Trascendencia

Kevin Fonseca Laverde
3 min readNov 3, 2019

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Una parte de nosotros olvida con facilidad la etapa de la niñez, un momento en el que empezamos a jugar, a divertirnos e imaginar lo inimaginable. Estas acciones pueden quedar en nuestra memoria y poco a poco se convierten en vestigios que producen una nostalgia única, tanto así que volvemos a recordar con el ánimo de sentir aquel momento. Recuerdo muy bien cuando la piedra dejó de ser piedra para convertirse en un animal, en una herramienta, en cualquier otro ser animado o desconocido. Un recuerdo que se remonta a la era paleolítica, agrupados como una especie que convivía en clanes, naturalmente nómadas vivíamos en la tierra hace más de 3 millones de años. La historia de la tierra se estaba escribiendo en ese entonces y miles de siglos después aquellos seres que la habitaron empezaron a narrar su historia en cuevas, piedras y superficies a través de figuras e ilustraciones; algo que posteriormente sería conocido como arte rupestre, pictogramas y petroglifos. En aquellas formas e ilustraciones se manifiesta el sentir de una población, donde los niños, las niñas y los jóvenes empezaban a ser visibles en las representaciones de una realidad entre juegos, tristezas, cambios y desaciertos históricos que quedaron impregnados por medio de pigmentos naturales que llenaban de color las piedras y superficies como se puede encontrar en la Cueva de las Manos Pintadas en la Patagonia, Argentina. Representaciones que fueron pintadas por los pueblos nativos sudamericanos de Tehuelche hace aproximadamente 9.300 años.

2.Lewis Hine. Child in Carolina Cotton Mill. 1908 American photographer and sociologist Hine recorded children’s working live (Museum of Modern Art, New York)

Para el psicólogo, epistemólogo y biólogo suizo Jean Piaget (1896–1980) las representaciones y manifestaciones existentes en la niñez tienen una función vital en su desarrollo. Un proceso evidente en el legado histórico de las acciones de niños, niñas y jóvenes que se basa en el desarrollo del pensamiento simbólico; una agrupación de acciones y conductas que les permiten interpretar más allá de los estímulos presentes en nuestra realidad. Este importante proceso se ve afectado en la cotidianidad al encontrarnos inmersos en una materialidad saturada que estuvo en auge en la época industrial y la cual desencadenó la explotación de la niñez, limitando sus derechos e imposibilitando la estimulación de su pensamiento sensorial, motriz, simbólico y esencialmente infinito.

3. Mariska Undi (Hungarian, 1877–1959). Design for children’s room. 1903. Lithograph, 11 5/8 x 16 1/4″(29.5 x 41.3 cm) Published by the Hungarian Ministry of Culture in Mintalapok (1903), New folio 1 (IX), no. 1, sheet 2. The Museum of Modern Art, New York.

Es necesario recalcar que en la percepción de los niños y las niñas sobre el mundo está integrada a una dimensión que perdura en todas las etapas humanas. Este activismo se concibe desde el derecho del ser de la niñez, sobrepasando limitaciones físicas e imaginarias y recreando el mundo según como lo ven por medio de herramientas basadas en la recursividad de lo que tienen a la mano, como lo explica Julien Kichin y como en su momento lo planteó Ellen Key.

Entonces la enseñanza natural de los niñ@s trasciende cualquier edad y se involucra en el proceso de re-creación del mundo material que vemos; desde el ámbito doméstico hasta el social. Es una acción esencial para reinterpretar el momento político, social y ambiental en el que nos encontramos.

“Históricamente el rol de la niñez no ha tenido límites, influyendo así en la materialidad de los objetos cotidianos”

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Kevin Fonseca Laverde

Diseñador & Gestor de proyectos. Opino sobre diseño e invito a debatir sobre el mismo. www.kevinfonseca.co